viernes, 11 de junio de 2010

La Diablada tahuantinsuyana

Los espíritus no andan por el mundo así como así. Se manifiestan solamente dentro de una cultura de carácter místico. Si no se tiene creencia en espíritus buenos, en el alma de antepasados protectores, tampoco es posible creer ni conjurar a los espíritus malos.
Se requiere de un gran arraigo territorial y cultural, fe inquebrantable en las tradiciones y un gran sentido de pertenencia a la cultura no sólo para creer en la intervención de los espíritus, para convocarlos y/o exorcizarlos.
Sin arraigo ni identidad es como que se está a expensas del mal sin remedio.

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